Antonio Chenel nació en Madrid el 24 de junio de
1932. La Guerra Civil obligó a su familia a abandonar Madrid camino de
Castellón, donde permaneció hasta 1940. Regresó después a Madrid y se
instaló con su familia en una vivienda cercana a la plaza de toros de
Las Ventas. Esa circunstancia, y el hecho de que su cuñado fue mayoral
de la plaza de toros, le permitió desde muy joven presenciar corridas de
todos en el coso venteño.
Allí vio torear Antonio Chenel a
los grandes toreros de la década de los cuarenta pero, sobre todo, a
Manolote, que se convirtió pronto en su torero predilecto. Esta cercanía
con el mundo del toro y una inmensa afición le llevaron a vestirse de
luces por primera vez en 1946. Cubrió entre 1949 y 1952 su etapa de
novillero, durante la cual forjó su estilo y su carácter. El 8 de marzo
tomó la alternativa como matador de toros en la ciudad en la que había
pasado parte de su infancia: Castellón de la Plana.
Ya ese día demostró Antoñete el
estilo ortodoxo y clásico, fundamentado en la templanza y el valor, que
le acompañaría durante toda su carrera; una trayectoria larguísima,
marcada por algunas cornadas de gravedad y también por varias retiradas y
reapariciones en los ruedos. Su primera época, que alcanza hasta su
primera retirada, en 1975, tiene su punto culminante en la faena que
realizó en Las Ventas con 'Atrevido', un toro de Osborne al que recetó
varias decenas de muletazos. Ese trasteo le hizo ganarse para siempre un
hueco en el corazón de la afición madrileña, que sería desde entonces
su plaza talismán.
Tras dos años de inactividad,
'Antoñete' regresó a los ruedos en 1977, toreando sobre todo en América.
Su reaparición en España se produjo el 22 de mayo de 1981 en Madrid. Se
inició así el período más brillante de su carrera, una lapso de tiempo
de cinco años, entre 1981 y 1985, durante los cuales quedó convertido
definitivamente en figura del toreo, cuando contaba ya con más de
cincuenta años. El hito indiscutible de esta época vuelve a producirse
en Las Ventas: su faena al toro 'Cantinero' de Garzón, el 7 de julio de
1985, ha pasado a la historia de la Tauromaquia como uno de los ejemplos
más perfectos y puros del toreo.
Ese mismo año de 1985, 'Antoñete'
anunció una nueva retirada de los ruedos. Se mantuvo alejado de ellos
hasta 1987, en que volvió a vestirse luces para mantenerse en activo
hasta 1997 y, más esporádicamente, hasta el año 2000. Durante ese
tiempo, el torero madrileño actuó siempre que su salud, frágil, se lo
permitía. A pesar de ello, todavía consiguió algunos triunfos y
reconocimientos.
Su retirada definitiva de los
ruedos se produjo en 2001, tras sufrir una crisis respiratoria cuando
lidiaba una corrida de José Luis Marca en la plaza de toros de Burgos.
El veterano diestro, sin embargo, no se alejó nunca del mundo del toro, y
durante los últimos años de su vida compartió sus conocimientos
taurinos ejerciendo como comentarista de corridas junto al periodista
Manuel Molés.
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