«Es
difícil para un anglosajón comprender la razón por la que se llora en
las calles de México. O por qué hay crespones negros en muchos
domicilios. O por qué los cines suspenden la proyección de su programa
semanal para dar sin descanso, ante un público que se renueva
constantemente, escenas de la vida de un torero... Si hubiesen fallecido
simultáneamente Charlie Chaplin, Babe Ruth y el general MacArthur, el
pueblo americano no experimentaría la misma sensación de pérdida de los
españoles y de sus primos del Nuevo Mundo ante la muerte de Manolete».
Palabras del «New York Times». Hasta el periódico neoyorquino se hizo
eco de la fatal noticia.
Hoy,
sesenta y cuatro años después, la leyenda sigue viva. No sólo una
legión de autores se ha lanzado al ruedo literario para desgranar la
figura de uno de los grandes de la Tauromaquia, sino que el próximo 10
de noviembre, precisamente en Estados Unidos, saldrán a subasta objetos
personales del Monstruo de Córdoba. La joya: la montera —la única que
lució a lo largo de su carrera—, valorada en 20.000 dólares (14.419
euros), según el responsable de la casa de subastas de Heritage, Chris
Ivy. Toda una reliquia que paseó en las glorias, como la histórica faena
al toro «Ratón» en Las Ventas, y en la tragedia. La montera de su
amanecer fue la misma que se tocó aquel atardecer de 1947 en Linares. En
la madrugada del 29 de agosto, Manolete fallecía. Una pena negra como
la piel de «Islero» se apoderó de España, con sus tintes cárdenos como
la posguerra y como aquel traje de raya diplomática que el majestuoso
torero con rictus de amargura se enfundó en Chicote acompañado de su
gran amor, Lupe Sino. Por ese terno de calle se podrá pujar, al igual
que por un reloj de pulsera que le regalaron en México y un pañuelo de
seda con su nombre bordado, valorados en 3.200 dólares (2.300 euros). En
el país azteca escribió una carta de despedida, meses antes de su
cornada mortal, que se ofrece a un precio de 4.000 dólares (2.884
euros).
También
en este «concurso», celebrado en Dallas (Texas), podrá adquirirse una
máscara mortuoria, por la que se espera recaudar más de 10.000 dólares
(7.209 euros). Otra de las piezas estrella es un álbum fotográfico con
600 instantáneas de su vida dentro y fuera de los ruedos. Esta
completísima colección, de sabor añejo y tasada en 8.000 dólares (5.768
euros), fue recopilada por Doña Angustias, la madre que lloró lágrimas
negras por un mito cuya sombra es aún alargada.
Fuente: www.abcdesevilla.es
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