
Los palacios nazaríes de La Alhambra de Granada albergaron una plaza de toros y fueron escenario de espectáculos y funciones taurinas desde el siglo XVI y hasta comienzos del XIX, según informa El Ideal de Granada. Este es el importante y revelador hallazgo que ha descubierto el investigador granadino Bruno Alcaraz en diversas fuentes documentales que datan la celebración de fiestas con toros en el monumento ya desde el año 1563.
Este dato, el más antiguo que se ha conocido relativo a la celebración de espectáculos taurinos en la Alhambra, está recogido en el catálogo del Archivo Histórico del monumento, realizado por María Angustias Moreno Olmedo y que ha sido encontrado por Alcaraz, que sitúa esta mención en "una causa judicial incoada contra varios carpinteros «por hacer en falso un andamio para la fiesta de toros, de la que habían resultado lastimadas varias personas".

El alcaide de la Alhambra arrendaba anualmente en subasta pública la plaza de toros de la Alhambra, construida entera de madera, a particulares o contrataba las corridas que consideraba oportunas. Los beneficios obtenidos eran invertidos en obras de reparación de murallas, torres, techumbres y tejados. Los arrendatarios podían organizar todo tipo de espectáculos en la plaza de toros, además de los juegos de tauromaquia, celebrándose también danzas y fiestas de bailes, títeres, comedias y diversiones.
Alcaraz también ha podido saber que los empresarios de la época, que podían ser personas particulares o hermandades parroquiales y religiosas de Granada, podían arrendar la plaza por una temporada completa o por número de corridas presentando un escrito previo que solicitara el número de corridas y las fechas deseadas. Los gastos de las corridas eran cubiertos en función de las cláusulas de cada contrato. El alimento de los animales era sufragado a cuenta del Real Patrimonio, al que pertenecían los terrenos de descanso del ganado de lidia.
Otro dato revelador es que la proliferación de espectáculos taurinos en la Alhambra fue tal que incluso se levantó un nuevo coso debido al deterioro de la antigua plaza y la próxima celebración de funciones taurinas, lo que llevó a la Alcaldía de la Alhambra a decidirse por la construcción de un nuevo ruedo, que comenzó a levantarse en mayo de 1800 y se finalizó varios meses después. Por último, las hermandades religiosas de Granada tuvieron un protagonismo destacado en el desarrollo de los espectáculos taurinos, pues los empleaban como una vía de financiación para las imágenes y el ornato de las iglesias. La última referencia taurina que aparece en catálogo del Archivo de la Alhambra está fechada en el año 1820.
Fuente: www.mundotoro.com
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